Es en el día a día donde de verdad un matrimonio se conoce con profundidad. La convivencia entre ambos no debe de ser un problema si ambos aprenden a ceder pequeñas cosas para limar diferencias. Juntos eligen los principios con los que se comprometen y escogen la manera correcta de vivirlos. Cada día debe ser un nuevo día, un momento para descubrir cosas nuevas de tu pareja, aprender de ella, saber celebrar cada victoria y pedir perdón cuando erramos.
En los documentales de la columna lateral descubriremos cómo luchar cada día por aprender del otro y ser una sola persona.
Amor Conyugal
¿Qué peligros acechan?
¿Se puede acabar el amor?
Un matrimonio cristiano está formado por el hombre y la mujer, pero lo más importante es que entre ambos está Dios, quien dignifica el amor humano y lo hace interminable y fiel. «De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre.» (Mateo 19, 6). Están abiertos a la vida, conscientes de que los planes divinos son mejores que los humanos. Los matrimonios cristianos han de ser responsables y generosos en este aspecto, apoyados en la gracia de Dios y el amor que comparten, sabiendo que Dios cuida de las familias y las llena de bendiciones.
Métodos naturales en la entrega amorosa del matrimonio
Papa Francisco, «Amoris Laetitia» (pt.222)